Heavenletter # 5173 Publicada el 23 de enero 2015
Dios dijo:
Querido, ¿Qué pasaría si todo el mundo le diera la
bienvenida a todos en sus corazones?
¿Y si les resultara fácil y natural aceptar todo el mundo?
No necesitarías hacer ningún
esfuerzo.
¿Por qué te resulta tan difícil alojar a todos en la Casa de Dios?
Puedo decirte que llenas
nuestro redil con tus necesidades individuales, por eso no puedes dar cabida a
los demás.
Cariño, sin importar la
razón, no deberías desestimar a nadie.
Yo no lo haría, porque
eso significaría que bloquee Mi Corazón y que los dejé solos por no haber elegido el Amor.
Cuando le niegas
albergue a cualquiera en tu corazón, implica que lo blindas con el
afán de deshacerte de quien sea.
Amados, esto no tiene
sentido, incluye la factibilidad que, sin darse cuenta, dejen afuera a quien no
quieren, e incluso que alguien que les interesa, lo haga con Uds.
Amor Incondicional
Querido, es indudable
que, en estas exclusiones, el ego esté
jugando algún papel.
Quizás el ego podría estar buscando estatus.
Al ego le gusta juzgar y si tú escuchas sus llamados, te murmurará que
dejes a un costado a alguien, porque es indigno de ti.
El ego podría susurrarte en el oído que des la espalda a alguien que te
bendice con un hola.
Nunca se sabe si serás
bendecido cuando das la bienvenida a un mundo poco atento.
No digo que estés
siempre con los brazos abiertos, pero lo menos que puedes hacer, es moverte y ofrecer
un asiento.
¿Cuál es la dificultad de tener un corazón generoso?
Entiendo que no puedes
casarte con todos, tampoco significa que traerás a tu casa a todos los que te
encuentres.
Sin embargo, podrías
cambiar tus pensamientos e incluir más amabilidad en tu comportamiento.
Un saludo, dar las
gracias y pedir disculpas, aunque incluyan un movimiento de cabeza, un gesto
con la mano, sin pronunciar palabras en el silencio de tu corazón, te permitiría seguir con más satisfacción
contigo mismo.
Tal vez, me digas que no
estás listo para aceptar a todo el mundo.
Ahora te pregunto,
¿Te sirven de algo las listas mentales donde aceptas o tachas a algunos corazones e incluirlos o excluirlos en el tuyo?
¿Qué beneficio te reportan?
¿Ser exclusivo te hace feliz?
¿Gruñir a alguien te hace sentir bien?
¿Por qué?
¿No te resulta mejor ayudar a todos a saltar la valla?
Hijos Míos, cuando actúan
de esta forma se autodiscriminan, se niegan y excluyen a sí mismos del alojamiento en el
Amor Incondicional de la Casa de Dios.
Alojamiento en la Casa de Dios
Querido, ¿por qué te niegas la oportunidad de ser tu
propio amigo y amarte con la Verdad del Amor?
Te estoy hablando cuando
te niegas a dar una sonrisa, un saludo o miras de soslayo a otros.
¿Crees que si eres cordial te deshonrará?
A Mí me parece que te
avergüenzas a ti mismo, más que hacerlo con los demás.
¿Si Yo los veo a todos como dignos, por qué tú no lo haces también?
¿Si todo el mundo es lo suficientemente bueno para Mí, por qué opinas lo contrario?
Cuando digo lo
suficientemente bueno, quiero decir ser cordial y ameno.
Cariño, Yo Soy un Dios
de todos y no desairo, categorizo o tacho a nadie.
No te confundas, no
estoy siendo tolerante, sino dándole la bienvenida a todos.
Yo no me dejo engañar
por las apariencias, ni busco razones para mantenerlos alejados de Mi Corazón.
Ninguna razón me podría
satisfacer, ninguna sería lo suficientemente buena para excluir al Amor.
Cuando no eres
hospitalario con alguien, te denigras y restringes a ti mismo.
Incluso si no te
consideras como Uno con todo el mundo, empequeñeces a tu yo también.
Cuando te asimilas en una
alta opinión del ego sobre ti mismo, no estás considerando a tus virtudes, te
está faltando humildad.
No hagas a los demás lo
que no te gustaría te hagan a ti.
Acepta que todo el mundo
como hermanos y hermanas que son, concédete esta bendición, de modo que siempre
recuerdes que todos comparten el mismo barco.
Cariño, no desprecies a
nadie, acomódalos que hay espacio para todos.
Te encomendé que elevaras
el mundo y esto no es broma, por lo tanto ningún Ser debe ser descuidado o quedar excluido.
Tu oportunidad es ahora,
no desaproveches la ocasión de brindar amabilidad y respecto a todos con los
que te cruces en la vida.
Nadie es menos o más que
tú, todos son Dios y están en el mundo de Dios.
Amados Míos, el mundo no
está para ser ignorado, sino para servir de alojamiento
a todos Mis Hijos, porque es la Casa de Dios y les pertenece.
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