Heavenletter # 5123 Publicada el 04 de diciembre 2014
Dios dijo:
Querido, estás
trabajando para desprenderte de las limitaciones.
Poco a poco, lo estás
haciendo, estás dejando ir a lo que te atenaza.
Estás aprendiendo a
desapegarte de lo inútil.
Ya aprendiste que cuando te aferras a las limitaciones, conservas a lo que
coarta tu libertad.
También, sabes que dejarte llevar por la
corriente externa del mundo encierra cierta comodidad.
Sin embargo, esto te ocurre hasta que te posicionas frente a las necesidades reales de tu Espíritu.
Entonces es cuando, naturalmente, te impulsas con el avance hacia los cambios principales.
Amados, a Uds. les
resulta aterrador pensar en un mundo sin límites, reglas y
restricciones, en cierto sentido, se acostumbraron a vivir en algún tipo de orden
imaginado.
Dejar ir
Cariño, tú crees de todo
corazón que deseas estar libre de infracciones, sin embargo al mismo tiempo,
tienes miedo de experimentar la vida sin límites.
Tienes miedo de profundizar demasiado en ti mismo y no disponer de una cuerda que te traiga de regreso al
frente.
Mientras rechazas a
todas las correas que te obstaculizan, simultáneamente no quieres soltarlas, ni desprenderte de ellas totalmente.
Te gusta protestar
sobre las limitaciones, de cierta manera te sirven de consuelo y te infunden aliento.
Podríamos decir que los límites te proporcionan el móvil para pujar en contra o a favor del mundo.
Para ti son muy reales,
te alimentan la idea que puedes ir aquí y no allí, que permaneces cerca, sin
alejarte demasiado de tu zona de confort.
Tal vez, quieres cruzar la línea para alejarte de este montaje de la Mátrix, pero al mismo tiempo, no deseas
apartarte mucho o nada en absoluto.
¿Qué
pasa si realmente fueras responsable de tu propia vida, sin nada que te remolque?
Quizás, te gusta ser un
rebelde en tu imaginación, pero no en la realidad.
Hijos Míos, en última
instancia, sólo Uds. pueden tomar un partido decisivo sobre el cauce que les darán a sus vidas.
Libre Albedrío
Corazón, de una forma u
otra, tú siempre eres tú.
Quizás te sientas más seguro dentro de las limitaciones.
Nada puede forzar tus
propios límites, salvo tú mismo.
Los derrumbarás cuando madures
la idea que necesitas aprender y que vale la pena luchar por tu libertad.
La forma que emplearás
para luchar y rebasar tus propias limitaciones, involucra a tu libre albedrío.
Son tus propias
decisiones las que te ayudarán a avanzar, aunque a veces las culpes de hacer
algo fuera de tus parámetros habituales.
Corazón, si te
encuentras en una cárcel mental, seguirás aprisionado simplemente hasta que
decidas salir.
Si te autoimpones
esta falta de libertad sobre ti en tiempo presente, recuerda que si estás allí es porque la elegiste
en algún momento.
Los falsos
encarcelamientos, aunque te los hayan endosado y los hayas aceptado, con o sin un conocimiento consciente, permaneces en ellos porque eliges hacerlo.
Las restricciones
físicas, mentales y espirituales, no necesitan ser medidas desde el mérito o
demérito.
En cierto sentido, si
quieres, puedes tener libertad dentro de las restricciones.
Amados, sin importar la situación, disponen de libertad y libre albedrío, para hacer frente a las imposiciones limitantes.
Límites y libertad
Corazón, no puedes negar
que te gusta la idea de ser responsable de ti mismo.
Sin embargo, la realidad
de la libre elección no siempre te resulta buena.
En última instancia,
todo se reduce a:
¿Cómo organizarte con la vida que se encuentra frente a ti?
¿Cómo haces las paces con la vida para caminar sin patalear, gritar, ni mantener una insatisfacción silenciosa e invisible dentro de ti?
¿Temes que te ocurra lo mismo que con tus anhelos infantiles?
¿Temes proyectar a futuro y que, de alguna manera, nunca llegues?
¿Temes que tu oportunidad haya pasado frente a ti sin que la hayas notado?
¿Temes al contexto que te pondrá la vida?
¿Temes hacerte la ilusión de libertad?
¿Qué estás haciendo con tu vida?
¿Qué has empezado a hacer para cambiarla?
Hagas lo que hagas de tu
vida, siempre se desarrollará de la forma que la percibas.
Recuerda que son tus parámetros personales lo que te impulsan a actuar en la vida.
Tu camino lo trazarás de la forma que uses el libre albedrío, valiéndote de tu parecer, el de otros o los del mundo.
A veces te parece que tu
vida es un capricho pasajero.
Amados, esto se acerca
bastante a la verdad, puede que la vida sólo sea una moda pasajera, sin embargo necesitan
experimentarla fuera de las limitaciones
y con más libertad.
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