Heavenletter # 5124 Publicada el 05 de diciembre 2014
Dios dijo:
Querido, en tu corazón
me mantengo.
Siempre estoy aquí,
latiendo dentro de tu corazón.
Siempre me puedes
encontrar aquí, porque en lo profundo de tu corazón
de oro estoy Yo.
Yo no estoy aislado en
la cima de una montaña, donde Yo estoy estás tú.
Podemos decirlo de otra
manera, donde quiera que estés, Yo también estoy.
Da igual cómo lo digamos,
no existimos el Uno sin el Otro.
No existe el llamado Otro, no hay nada que se interponga
entre nosotros, por encima o por debajo del umbral de Nuestro Corazón.
Nuestro Corazón late,
¿Es el tuyo o el Mío?
¿Quién puede decirlo?
Amados, esto es algo que
nunca se podrá averiguar, porque ningún corazón late separado del Mío, entre
nosotros no existen las distancias, ni las separaciones.
Corazón de Dios
Cariño, la distancia y
la separación implica que estás sin Dios.
Para Mí significa que
estoy sin ti, algo que es imposible.
Aunque sea imposible, en
el mundo la mayoría lo percibe de este modo, se perciben a sí mismos
completamente solos.
Sin embargo, Yo no estoy
escondido y, en Mi Corazón, nunca estás perdido.
Entonces, ¿por qué es este alboroto?
Yo, Dios, nunca estoy
lejos de ti y tú no puedes estar lejos de Mí, excepto en tu conciencia.
Te miro a los ojos y veo
Mi propio reflejo.
Busca mirarte en Mis Ojos, para que puedas ver el reflejo de
tu Ser.
No necesitas mirar más,
esto es todo, descubrirás que no estás solo, que no hay separación.
Todo esto es un mito que
te perpetúa en mi búsqueda, siendo que Yo ya estoy en tu corazón.
No busque más, que Yo Soy
tu Ser más íntimo, nunca me fui de tu corazón, ni tú del Mío.
Hijos Míos, que no les importe
lo que el mundo diga de Uds. o sobre Mí, Yo Soy lo que Soy y Uds. también.
Yo Soy Dios
Cariño, no hay manera
que se cambie tu Verdad, Yo Soy Dios en ti.
Puedes hacer una canción,
un baile o estar vistiendo el traje de un bribón, aún así entre Nosotros no
habrá ninguna diferencia, en absoluto.
Nada, ni nadie puede proclamar
lo contrario, en absoluto.
Por más que hagas o
hagan declaraciones sobre Nuestras Identidades, no pueden afectarlas.
Nuestra Filiación es
impenetrable, sin importar que hayas creído, adherido y ahora sostengas que
estamos separados.
Dios es Uno y tú también
eres Uno Conmigo.
Nadie está fuera de Mí o
fuera de Mi Amor.
No importa si obedeces o
no a este Precepto, lo creas o no, Mi amor está contigo y te abraza.
Por más que no hayas
llegado a recoger todas las bendiciones de Mi Amor en ti, algunas pueden estar
esperándote y lo seguirán haciendo.
Algún día, cuando seas
más consciente sobre Nuestra Unidad, los recogerás y abrirás.
Si estuviste deseando
una bendición concreta, incluso si has exclamado a viva voz por ella, ten
presente que todo el tiempo estuvo justo allí, esperando que la veas y abras.
Amados, abran sus corazones,
que Yo estoy aquí, justo donde siempre me quisieron tener.
Corazón de Oro
Querido, Yo nunca he
estado en ningún otro sitio que no sea tu corazón.
Entiendo que te hayas sentido
triste, créeme, lo comprendo muy bien.
Negaste Mi Presencia, pensabas
que estabas sin Dios, que Yo te había abandonado o maltratado.
Pensaste que Yo no te
entendía, porque no me presentaba ante ti de la forma que querías.
Terminaste concluyendo
que Yo puedo haber existido para los demás, pero no para ti.
Te autoconvenciste en lo
que no era cierto.
Creíste en tu propia
propaganda y me proclamaste como un
Dios ausente.
Te declaraste a ti mismo
que no era posible que existiera y que la Verdad era inexistente.
Corazón, ahora detén este
ejercicio, ponle fin a tus bravatas, que ya es suficiente.
Haz una pausa, rebobina,
escucha esta cinta de nuevo, deja entrar Mi Luz en tus ojos y su corazón.
Yo estoy aquí, donde
siempre estuve.
Sí, estoy aquí, en tu
corazón, nunca me fui a ningún otro sitio.
Aumentaré los abrazos y
el calor de Mi Amor para que te des cuenta que aquí estoy.
Hijos Míos, mírenme,
escuchen Mi Llamado, reconozcan en sus Corazones
de Oro, que Mi Ser y el de Uds. son lo mismo.
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