Heavenletter # 5056 Publicada el 28 de septiembre 2014
Dios dijo:
Querido, lo que has
estado buscando toda tu vida es el Amor en tu propio corazón.
Sin embargo, te desviaste del curso cuando pensaste que era el Amor de los demás lo que
estabas buscando.
Pensaste que necesitabas
al mundo para que te amara, cuando, al mismo tiempo, era tu propio Amor el que
buscabas tan desesperadamente.
¿Por qué te auto-impones normas de Amor tan rígidas?
Para Mí eres perfecto, sin
fallas.
¿Por qué no te permites mirarte de la misma manera y te consideras lo suficientemente bueno?
¿Por qué no dejas de perseguir a tus deseos?
Amados, no tienen que
ser distintos de lo que son, todos y cada uno de Uds. son algo muy preciado y
amado por Mí.
Amor incondicional
Querido, no importa cómo
te veas o si eres muy perfecto o imperfecto para los parámetros de la Tierra.
Lo que importa es que te
ames a ti mismo, hazlo sin tener en cuenta las consideraciones
externas.
Sólo así serás capaz de
amar incondicionalmente a los demás, sin tantos juicios.
Cariño, no encarnas en la
Tierra para encontrar defectos, sino para engendrar Amor.
Esa es tu misión
principal, porque la vida sin la entrega de Amor es árida y estéril.
Permite que tu Amor sea
como la Luz del Sol, así seas como el rocío de la mañana.
Permítete ser un
paréntesis refrescante, tú estás diseñado para ser un Dador de Mi Amor.
Tú eres un adalid o guía
e incluso eres algo superior a cualquier denominación.
¿Vas a acoger a todos los que se te acerquen para conducirlos y bendecirlos, incluidos los que desistan y quieran bajarse?
Amados, esta es una
breve descripción del trabajo y ejercicio del Poder del Amor, que les he asignado antes de venir a este mundo.
Amor de Dios
Querido, abre tu corazón
para que otros puedan abrir los suyos.
Además de agradable, trata
de ser menos impersonal con tu Amor, porque es Mi Amor en tu corazón el que
estás dando.
Ese es un Amor que es tuyo
y debes compartirlo, cuando lo haces con total entrega, eres dos veces
bendito.
¿Pensaste que estabas en la Tierra para otra cosa que no sea amar?
¿Para recoger sin dar?
Cuando das Amor no es un
evento sin sentido, entregándolo como si estuvieras repartiendo entradas gratis.
La admisión en el Amor
que fluye de Mí hacia ti y a todos los que son tocados por tu proximidad, debes hacerla
sin discriminación.
¿Piensas que Yo escojo o elijo a quien dar Mi Amor?
¿Por qué tendría que ser selectivo?
¿Entonces, por qué lo eres tú?
Amados, en el momento de
dar Amor, siempre recuerden que es Mi Amor el que otorgan.
Unidad del Amor
Querido, Yo te he
confiado Mi Amor, debes darlo en Mi Nombre.
Cuando lo otorgas de esta forma, santificas y
nutres a tu corazón atribulado.
Además de ti mismo, nutres
al mundo y a todo el Universo.
Este es el mejor
intercambio que puedes hacer, ya que cubres a todo con Amor Sagrado.
Cuando te otorgas Amor a
ti mismo, sin concesiones, lo irradias naturalmente, te conviertes en el brillo
del Sol.
Los Grandes Seres
Espirituales hicieron y hacen esto.
Irradian Mi Amor en el
brillo de sus ojos, palabras y corazones.
Saben que Me Representan,
entonces aumentan el valor del papel que desempeñan.
De ninguna manera ellos
etiquetan a quien dárselo, porque en todo momento saben que es Mi Amor el que
dan.
Viven en Unidad,
superaron la individualidad del ego, para reencontrarse a sí mismos en su Ser Interior.
La superación de la
individualidad no la ven como un perjuicio, sino una como ganancia absoluta
para sí mismos y los demás.
Amados, el Amor emanado
por los Grandes Seres no es de origen emocional o personal, sino algo superior.
Poder del Amor
Querido, el Amor que emana
de los Grandes Seres Espirituales está más allá de la emoción.
Este es un Amor que
trasciende cualquier límite o barrera.
La entrega de este Amor podría
compararse con la respiración.
Ellos no se detienen a
pensar o medir la dimensión de lo que están dando.
Lo entregan
espontáneamente, sin alharacas, desde el Poder y la Gloria en sus corazones.
Dan de forma natural Mi
Amor a todos.
Aún, en este momento,
estás recibiendo Mi Amor a través de ellos.
Mi Amor no tiene fin,
simplemente Es.
Tú eres Mi Amor y lo que
me sirve a Mí, también es aplicable a ti.
Cariño, te estoy
hablando de la Unidad.
Acepta Nuestra Unidad, reconoce
que eres Uno Conmigo.
Ahora aprueba lo que eres,
para que te asumas en Nuestra Unidad.
Amados, integren a todos
en la Unicidad, revelen la Unidad mediante el ejercicio del Poder del Amor desde el interior de sus
corazones.
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