viernes, 17 de octubre de 2014

Estados de ánimo

Heavenletter # 5069 Publicada el 11 de octubre 2014



Dios dijo:



Querido, no tiene sentido que te inclines ante tus estados de ánimo.
Querido, considera a las eventualidades de tu corazón como cambios sin importancia.

Así como las estaciones cambian, los estados de ánimo también lo hacen.

Sin embargo, pese a que tus estados de ánimo te definan, no tienen que gobernarte, ni doblegarte, porque son insignificantes.

Muchas veces se asemejan al viento, aparecen de repente, te sorprenden y ganan tu apoyo.

No los tomes en serio, van y vienen, por lo que no son confiables, no puedes contar con ellos.

Surgen de acuerdo a como suceden los acontecimientos, no son tan grandes, ni poderosos como parecen.

Amados, los estados de ánimo equivalen a caminar por arena movediza, no les permitan que guíen sus vidas.




Pensamientos y cambios de humor



Querido, no tiene sentido que te inclines ante tus estados de ánimo.

Los estados de ánimo son iguales a niños pequeños, no deben servirte de orientación, porque con seguridad te apartarán del camino.

No son fiables, porque su misma naturaleza no es confiable.

Cuando descienden sobre ti, puedes sentirlos tanto emocional, como físicamente.

Sin embargo, provienen de tus pensamientos que les indican que deben influir en tus cambios de humor.

No necesitan actuar a la vanguardia de tu vida, ponlos a la retaguardia e impídeles regresar por completo. 

No les guardes ninguna lealtad, púrgalos, no son realmente una parte de ti.

Son más bien como especuladores vagabundos que buscan una autopista donde anclarse.

No es necesario que cooperes con ellos, son camaleones que no deben invadir tus palabras.

Amados, los estados de ánimo en sus vidas, son eventos resbaladizos y esquivos.




Amor, Iluminación y Armonía



Querido, incluso un buen estado de ánimo no es fiable.

Para sentirte bien contigo mismo y el mundo, necesitas de firmeza y constancia, porque los estados de ánimo se esfuman.

Sin embargo, la ecuanimidad y la serenidad te llevarán más lejos que un momento de excitación.

La agitación es como el aire, funciona un breve instante y, tarde o temprano, te desinfla y te deja colgado.

Simplemente no puedes someter tu vida al capricho de estados de ánimo efímeros.

Tú tienes en el corazón un fundamento esencial para mantenerte erguido y es el Amor.

Esta es la Iluminación y la Armonía mientras transitas por la vida.

El Amor, la Iluminación y la Armonía no son estados de ánimo.

No son efervescentes, ni hacen templar el suelo bajo tus pies, conforman la base que pisas y te sostiene.

Amados, ábranle paso al Amor, para que destierren la fugacidad de sus estados de ánimo que los mal predisponen en el corazón.




Estados de ánimo



Querido, no les des albergue, renuncia a tus estados de ánimo, para que les quietes el poder de angustiarte durante más tiempo.

Cierra la puerta sin indecisión, deja de darles la oportunidad de presentarse sin previo aviso.
  
Rompe el contrato que los aloja con deferencia y les reserva una estancia prolongada en tu vida.

Aunque parezca que se quedarán para siempre, no los dejes vagar por tus pensamientos, para que cortes la permanencia e influencia del ego. 

Tal vez pienses cómo será experimentar la vida sin la explosión de tus estados de ánimo.

Será más fácil y ágil, sin desvíos, estancamientos, ni huéspedes indeseables, que te agiten y convulsionen interiormente.

Tomarás las riendas de tu vida, serás libre de tomar un partido decisivo en tu camino.

Tu vida te pertenece a ti, es tu responsabilidad.

Tu vida no es propiedad de tus estados de ánimo y sus manifestaciones de malhumor, ansiedad, melancolía y más.

Antes de robustecer los estados de ánimo, otorgándoles una relevancia innecesaria a sus cambios, busca el equilibrio y la estabilidad para tu propia vida en tu corazón.

Amados, sus vidas les pertenecen, asuman la responsabilidad de ellas ahora, así no las culpen de los cambios de sus estados de ánimo o de cualquier otro evento que les ocurra.


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