jueves, 7 de agosto de 2014

Un diamante en la calle

Heavenletter # 4998 Publicada el 01 de agosto 2014



Dios dijo:



No necesitas buscar problemas, tampoco ser alarmista.
No necesitas buscar problemas, tampoco ser alarmista.

Con seguridad no quieres alarmarte, ni hacerlo con los demás, porque no deseas que los latidos de tu corazón se acompasen con la música del miedo.

Ahora, si no deseas que tu corazón lata al ritmo del miedo es fácil de lograrlo.

Existe una larga lista de problemas sobre la que podrías dejar de especular, en la que ahora no voy a detenerme.

También existe otra lista con muchos sentimientos que si podrías instalar en tu corazón, además de los pensamientos de miedo.

¿Por qué no haces una lista con todas las cosas buenas que te podrían pasar?

Amados, si lo desean, podrían encontrarse con un diamante en la calle.




Reducir la presión



Tal vez, podrías reconocer a un viejo amigo y colmar tu corazón con felicidad.

Alguien podría invitarte a almorzar o podrías hacerlo tú.

Querido, excluye los pensamientos y frases dubitativos, para que reduzcas la presión en todas las cosas.

Déjate fluir para que tu cotidianidad transcurra de manera positiva.

Lo que quiero decirte es que en lugar de elucubrar con frases como “Hoy trataré de no….”, las reemplaces por otras que digan 

“Agradezco todas las oportunidades del presente día, me permitiré fluir a través de todas las circunstancias, sin importar la gravedad que revistan”.

En tu diálogo interno háblate con la voz positiva del Espíritu, que es completamente diferente a la del ego.

¿Conoces a todas las posibilidades que te pueden pasar en tiempo presente?

Hagas lo que hagas, no limites tus pensamientos a lo que usualmente llaman pensamientos realistas.

No te midas con los mismos parámetros del mundo, el que no compartas  puntos de vista afines al común denominador, no significa que seas poco realista.

No importan las probabilidades, siempre tienes numerosas bendiciones esperándote para que las veas y tomes.

Ya ha pasado que se encuentren con dinero o un billete de lotería premiado en la acera.

El que le ocurra esto a cualquiera, aumentan las posibilidades para los demás.

Por supuesto que dirás “A mí nunca me pasó”, pero con seguridad recibes muchas bendiciones y alegrías que no las ves como tales.

Amados, la vida no fue diseñada para ser vivida a través de la suerte o las probabilidades.




Flujo natural del corazón



Querido, ¿porque te resulta difícil mirarte a ti mismo como alguien afortunado, que está más allá de la suerte y las probabilidades?

Piensa en situaciones que te hagan trascender, como hacer cosas en pos de los demás, para que te sientas tan afortunado como sí hubieses encontrado un diamante en la calle.

Ya sé, nuevamente dirás que es por una cuestión de realismo, porque no tienes un céntimo u alternativas viables.

Evita las estimaciones del realismo, ya que esas mediciones materialistas te retienen en las expresiones del ego, en lugar de conseguir la Expansión para tu Ser. 

La pregunta estándar que tienes frente a ti es, ¿Qué idea te surge sobre hacer cosas para ti y los demás que te reporten felicidad?

Hijo Mío, no sólo dinero puedes entregar, puedas dar flores, cortar el césped, desmalezar un jardín, regalar entradas al cine o un pastel, incluso hacer un trámite para otro.

Deja que tu corazón decida, aquí está la verdadera raíz del problema de Ser lo que llaman realista.

Reprimes tu corazón y bloqueas su flujo, para ser razonable dentro de los paradigmas del ego y del mundo.

El corazón no sabe de porcentajes y cifras para contabilizar lo que se da e incluso para equipararlo con lo recibido.

El corazón brinca, no anda con pasos de bebé.

Amados, permitan que el Corazón sea un Corazón, no busquen remodelarlo, porque el “Corazón es un Don de Dios”.




Un Diamante en el Calle



Querido, incluso si te restringes a lo que denominas real, aún existen muchas cosas que puedes hacer.

Puedes ayudar a llevar un paquete, dar el derecho de paso a otro coche, si viajas en autobús ofrecer el asiento, otorgar una sonrisa, sostener una puerta para alguien.

Dile algo agradable a cualquiera, acaricia un animal, escucha mientras te hablan aunque sea un desconocido, aventúrate por encima de ti mismo, sólo escucha tu corazón. 

Para sentirte y ser un ganador puedes hacer muchas cosas pequeñas en apariencia, por el bien de los demás.

Puedes mirar a los ojos de todos, para que nadie te pase inadvertido y dejen de ser invisibles.

Hazlos visibles para que puedas expandirte a ti mismo, haciendo algo que nunca antes hiciste.

Puedes tratar de estar de acuerdo con alguien que rivalices siempre, regalándole un “sí”, en vez del “no” acostumbrado.

¡Qué hermoso es escuchar un “Sí”!

Un “sí” no te hará menos realista a los ojos ajenos, simplemente abrirá sus corazones, en lugar de cerrarlos.

Amados, siempre pueden hacer pequeñas cosas para elevar la vida de otros, eso les significará Expansión para sí mismos, similar a encontrar un “Diamante en la calle”.


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