Heavenletter # 4998 Publicada el 01 de agosto 2014
Dios dijo:
No necesitas buscar
problemas, tampoco ser alarmista.
Con seguridad no quieres
alarmarte, ni hacerlo con los demás, porque no deseas que los latidos de tu
corazón se acompasen con la música del miedo.
Ahora, si no deseas que
tu corazón lata al ritmo del miedo es fácil de lograrlo.
Existe una larga lista
de problemas sobre la que podrías dejar de especular, en la que ahora no voy a detenerme.
También existe otra
lista con muchos sentimientos que si podrías instalar en tu corazón, además de
los pensamientos de miedo.
¿Por qué no haces una
lista con todas las cosas buenas que te podrían pasar?
Amados, si lo desean, podrían
encontrarse con un diamante en la calle.
Reducir la presión
Tal vez, podrías reconocer
a un viejo amigo y colmar tu corazón con felicidad.
Alguien podría invitarte
a almorzar o podrías hacerlo tú.
Querido, excluye los
pensamientos y frases dubitativos, para que reduzcas la presión
en todas las cosas.
Déjate fluir para que tu
cotidianidad transcurra de manera positiva.
Lo que quiero decirte es
que en lugar de elucubrar con frases como “Hoy
trataré de no….”, las reemplaces por otras que digan
“Agradezco todas las oportunidades del presente día, me permitiré fluir a través de todas las circunstancias, sin importar la gravedad que revistan”.
En tu diálogo interno
háblate con la voz positiva del Espíritu, que es completamente diferente a la
del ego.
¿Conoces
a todas las posibilidades que te pueden pasar en tiempo presente?
Hagas lo que hagas, no limites
tus pensamientos a lo que usualmente llaman pensamientos realistas.
No te midas con los
mismos parámetros del mundo, el que no compartas puntos de vista afines al común denominador,
no significa que seas poco realista.
No importan las
probabilidades, siempre tienes numerosas bendiciones esperándote para que las
veas y tomes.
Ya ha pasado que se
encuentren con dinero o un billete de lotería premiado en la acera.
El que le
ocurra esto a cualquiera, aumentan las posibilidades para los
demás.
Por supuesto que dirás “A mí nunca me pasó”, pero con seguridad
recibes muchas bendiciones y alegrías que no las ves como tales.
Amados, la vida no fue
diseñada para ser vivida a través de la suerte o las probabilidades.
Flujo natural del corazón
Querido, ¿porque te
resulta difícil mirarte a ti mismo como alguien afortunado, que está más allá
de la suerte y las probabilidades?
Piensa en situaciones
que te hagan trascender, como hacer cosas en pos de los demás, para que te sientas
tan afortunado como sí hubieses encontrado un diamante en la calle.
Ya sé, nuevamente dirás
que es por una cuestión de realismo, porque no tienes un céntimo u alternativas viables.
Evita las estimaciones del
realismo, ya que esas mediciones materialistas te retienen en las expresiones
del ego, en lugar de conseguir la Expansión para tu Ser.
La pregunta estándar que
tienes frente a ti es, ¿Qué idea te surge
sobre hacer cosas para ti y los demás que te reporten felicidad?
Hijo Mío, no sólo dinero
puedes entregar, puedas dar flores, cortar el césped, desmalezar un jardín,
regalar entradas al cine o un pastel, incluso hacer un trámite para otro.
Deja que tu corazón
decida, aquí está la verdadera raíz del problema de Ser lo que llaman realista.
Reprimes tu corazón y
bloqueas su flujo, para ser razonable dentro de los paradigmas del ego y del
mundo.
El corazón no sabe de porcentajes
y cifras para contabilizar lo que se da e incluso para equipararlo con lo
recibido.
El corazón brinca, no
anda con pasos de bebé.
Amados, permitan que el
Corazón sea un Corazón, no busquen remodelarlo, porque el “Corazón es un Don de Dios”.
Un Diamante en el Calle
Querido, incluso si te
restringes a lo que denominas real, aún existen muchas cosas que puedes hacer.
Puedes ayudar a llevar
un paquete, dar el derecho de paso a otro coche, si viajas en autobús ofrecer
el asiento, otorgar una sonrisa, sostener una puerta para alguien.
Dile algo agradable a
cualquiera, acaricia un animal, escucha mientras te hablan aunque sea un
desconocido, aventúrate por encima de ti mismo, sólo escucha tu corazón.
Para sentirte y ser un
ganador puedes hacer muchas cosas pequeñas en apariencia, por el bien de los
demás.
Puedes mirar a los ojos de
todos, para que nadie te pase inadvertido y dejen de ser invisibles.
Hazlos visibles para que
puedas expandirte a ti mismo, haciendo algo que nunca antes hiciste.
Puedes tratar de estar
de acuerdo con alguien que rivalices siempre, regalándole un “sí”, en vez del “no”
acostumbrado.
¡Qué
hermoso es escuchar un “Sí”!
Un “sí” no te hará menos realista a los ojos ajenos, simplemente abrirá
sus corazones, en lugar de cerrarlos.
Amados, siempre pueden
hacer pequeñas cosas para elevar la vida de otros, eso les significará Expansión
para sí mismos, similar a encontrar un “Diamante
en la calle”.
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