domingo, 13 de julio de 2014

Vida de ciencia ficción

Heavenletter # 4973 Publicada el 07 de julio 2014



Dios dijo:



En el principio, tu nacimiento en la Tierra dio inicio a un interludio en tu historia o mejor dicho el comienzo de un capítulo.
Permíteme que te cuente la historia de tu vida en la Tierra.

Este es un relato sin principio ni fin, es perpetuo y es tu historia.

En el principio, tu nacimiento en la Tierra dio inicio a un interludio en tu historia o mejor dicho el comienzo de un capítulo.

Se parece a un viaje hasta el armario para cambiar de ropa y, por lo tanto, de apariencia.

Podríamos decir, que aquí comienza tu gira en la Tierra.



La aventura de vivir



Tu paso por la Tierra es similar a una aventura, en la cual cuentas con un breve permiso para ver cómo es el aire allí, cómo se siente y sí es realmente cierto.

Digamos que recibiste un pequeño anticipo titulado: “Esto es lo que la vida puede parecer”, con un subtítulo que dice: “Este es un extracto de la vida finita mientras estás en el Cielo”.

Por supuesto, esta es una historia donde hay drama.

Tú naciste, lloraste, jugaste, reíste, rompiste juguetes, inventaste escenas, te tomaste todo muy en serio, te quejaste acerca de tu destino y mientras te lamentabas de tu suerte, te sentiste frágil.

Esto quiere decir que algo no está bien y eso no me parece justo.

Si la primera vez que lloraste fue al nacer, ¿no fue suficiente?

Por lo tanto, ¿por qué continúas llorando una y otra vez?

¿Acaso pensaste que las lágrimas son el sentido de la vida?

En realidad y, sin embargo, tu historia es única entre cien mil millones o billones de historias pasadas, presentes o futuras, ¿por qué la experimentas como si fuera real?

Amados, sus vidas en la Tierra son las historias de extraños, en una tierra extraña, similar a un argumento de ciencia ficción.



Simulación de la realidad



Queridos, la ficción es correcta, ya que esta es una historia de fantasía.

Sin embargo, cuando entran en la historia se la toman tan en serio, que tiemblan, gritan, mienten, vuelven a gritar, se acuestan y lloran con lágrimas de verdad.

Las historias te hacen llorar, se trate de la tuya o la de los demás.

A pesar que es una ficción, tú crees en ellas y tus sollozos también.

Podríamos decir que las lágrimas son reales, mientras que la historia no lo es.

Aunque la historia no sea real, al mismo tiempo, la sostienes y crees en ella.

¿No es así?

¿Quién es el único que te ha dicho que la vida simulada en la Tierra no es la vida real?

Yo, por supuesto.



Historia dentro de otra



Podríamos decir que la historia de tu vida en la Tierra es un relato dentro de otro.

Hay dos escenarios que se iluminan al mismo tiempo, también, podríamos decir que interpretas a dos personajes.

En uno, ejecutas en el Tierra un rol que te desconcierta,  incluso si te tambaleas en la vida.

Mientras que en el otro, permaneces en el Cielo enterado de lo que estás experimentando en la Tierra.

Eres un actor sobresaliente, podríamos decir que te mereces un premio de la Academia.

En lugar de ello, aceptas un premio que te angustia, rompe el corazón y encoge excesivamente.

Tan arraigado está tu rol, que simplemente no te puedes bajar del escenario.

No importa si reclamas excesivamente, igual continúas representando la escena de protestar.

Amados, por supuesto que por breves instantes vislumbran la belleza y eso si es real.



Vida de ciencia ficción



Queridos, la Belleza es real, el Amor lo es e incluso lo son los avistamientos en el Cielo de la Tierra.

Sin embargo, no logran compensarse a sí mismos en sus permanencias en la Tierra, por el tiempo que ​​dedican a la interpretación del dolor.

Hijos Míos, el dolor no es real, han sido engañados.

Tal vez, reaccionen agresivamente si se sienten llevados por la nariz todo el tiempo.

Pero no les desaparece la sensación de suficiencia cuando todo les va bien, ya que creen haber capturado el verdadero sentido de sus vidas, aunque sólo sea una ficción.

Con total franqueza les digo, que la vida es el Amor y su Belleza reside en la Unicidad.

De esto es lo que se trata la vida y no de toda la periferia o el exterior donde buscan el entendimiento.

Esto de ningún modo encaja con sus pensamientos actuales y para que lo haga, desháganse de las borlas y los flecos.

Amados, dejen la ciencia ficción de sus vidas e ingresen en el Palacio de Mi Corazón, que juntos surcaremos los Océanos Celestiales, pondremos velas a los Altos Cielos y podrán elevarse.


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