Heavenletter # 4949 Publicada el 13 de junio 2014
Dios dijo:
Hijos míos, no son los
consejeros de la Corona, Uds. y Yo somos Uno.
Uds. son un reflejo de Mí,
sin embargo, les digo que no deben Ser una réplica de Dios.
Mientras visten el traje
como Ser humano, su papel no es interpretarme a Mí ante los demás.
Yo no los designé para
que cumplan esa función, siendo Mi portavoz.
Amados, el mundo no es
su rebaño, en este sentido, Uds. son miembros de la manada.
Yo Soy el Maestro
Sáquense la idea que Yo
los nombré Maestros de sus semejantes, entonces no se consideren superiores a los
demás, Yo Soy el Maestro.
Si alguien viene a su
presencia con el propósito de ser escuchado, háganlo sin vestir Mi ropaje.
Cuando alguien viene a
Uds., ninguno puede decir que sabe más que su interlocutor.
Cuando alguien recurre a
Uds., no es para que embellezcan Mis palabras.
Tampoco, para que supongan
que ese alguien necesita de su instrucción personal.
Queridos, quédense
quietos.
Si como individuos anhelan
un púlpito, una audiencia, ser sabios, reconozcan que les surge del ego y
cuando es así, no hablan precisamente por Mí, sino por Uds. mismos.
Amor y Unidad
Si Uds. quieren enseñar,
háganlo con el ejemplo.
No se unjan como instructores, como si tuvieran la
última palabra.
Primero conózcanse a Uds., para que puedan instruirse a sí mismos.
Todos en el mundo
aprenden sobre Mí, a través de sí mismos.
Me parece bien que
puedan citarme, pero antes apóyense en Mí.
Estoy de acuerdo que hablen
sobre Mí y que leguen dinero en Mi Nombre.
Sin embargo, para
ejercer el Amor y la Unidad en el mundo, como individuos, no necesitan
atribuirse a sí mismos el deber de enseñar a los demás por Mí, como si lo
hicieran desde lo alto.
Amados, una vez más, quédense quietos.
Grandeza espiritual
Los Grandes Seres
Espirituales son humildes, no alardean de una autoridad omnisciente, así debe ser.
El resto no tiene porque
ver o gustarles lo mismo que a Uds.
Si quieren compartir con
los demás, háganlo desde el Amor, la Unidad, la Humildad y la Sencillez del Verdadero Ser.
No están destinados a Ser
grandes explicadores de Mí, porque Uds. son oyentes de Dios.
Como individuos, no se
autoempoderen ante el mundo, mediante la libre interpretación sobre Dios.
Queridos, francamente en
el mundo, cada uno de Uds., me necesita para sí mismos.
No den
instructivos a los demás, Yo estoy a disposición de todos.
¿Cómo les enseño?
Les enseño a través del
corazón humano.
Sin embargo, el corazón
humano no es un sabelotodo.
El corazón humano no deben
utilizarlo como el Señor y Maestro de todos.
Permitan a los corazones
de los demás que me escuchen por sí mismos.
Hijos Míos, sus prójimos
no son hijos suyos, cómo para que los sienten a escuchar cada palabra suya, como si Uds.
fueran un Dios Todopoderoso.
No rebajen a sus
hermanos a la condición de suplicantes, debiendo aprender de Uds.
Nadie necesita de sus
enseñanzas, sólo Uds. mismos.
Entonces, no se autodenominen
a sí mismos como Maestros.
Cada pensamiento de Uds., no es igual a un pensamiento Mío.
Cada palabra de Uds., no
es idéntica a Mi palabra.
En el mundo, cada uno de
Uds. se encuentra en una posición diferente.
Tómenme en serio, sin
embargo, no se tomen tan en serio a sí mismos desde el ego, sino desde la
conciencia del corazón.
Enseñanzas de Dios
Hijos Míos, no pueden
tomar las Enseñanzas de Dios por su cuenta para Ser mis sustitutos en el mundo.
Les digo esto, porque el mundo no debe aferrarse a cada palabra que Uds. digan.
Yo no Soy una excusa
para que cualquiera pueda engrandecerse a sí mismo.
Uds. no tienen
subordinados y no deben tomar prisioneros, pensando que lo hacen con Mi
autoridad.
¿Piensen, es necesario
que todos en el mundo sepan lo que los demás piensan individualmente?
¿Reflexionen, los puse
en el mundo para que les digan a otros lo que tienen que pensar?
¿De dónde les surge esa necesidad?
¿Del ego o del corazón?
Queridos, tengan cuidado
de autoproclamarse a sí mismos como editores Míos.
No antepongan falsos
dioses delante de Mí, porque sus voces no siempre son Mi voz.
No permitan que las Enseñanzas de Dios, les sirva para rodear sus
nombres desde la vanidad del ego.
Amados, quédense quietos,
no encadenen sus corazones.
Los creé a Mi Imagen y Semejanza, tienen Mi Poder
en Uds. para que Me representen y busquen Mí Amor para sí mismos, en Unidad con
sus prójimos.
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