martes, 10 de junio de 2014

Altura de las circunstancias

Heavenletter # 4940 Publicada el 04 de junio 2014


Ser fiel a ti mismo, no significa que debas ser un ejemplo para el mundo.

Dios dijo:


Ser fiel a ti mismo, no significa que debas ser un ejemplo para el mundo.

Si estás en una posición de liderazgo, no postergues la responsabilidad de tu función.

No importa si ocupas un puesto jerárquico o eres un maestro, igual eres un líder.

De hecho, todos en el mundo son líderes y cada uno es responsable de todos hasta los confines más remotos de la Tierra.



Reencuentro con la Verdad


Si trabajas en un puesto jerárquico, sin importar lo cansado que puedas estar algún día, no puedes manifestarle al personal a tu cargo, sobre tu desgano para trabajar.

Tampoco tienes que ser innecesariamente efusivo, por el sólo hecho de demostrarles tus ganas de trabajar ese día en particular.

No necesitas evidenciar una predisposición permanente hacia tu trabajo, al punto de preferir sacrificar los fines de semana, en vez de descansar.

Te corresponde a ti estar a la altura de la ocasión.

No existe ninguna pauta dentro de la honestidad, que te obligue a decirles a los demás que estás sin ganas de trabajar.

Sin embargo, una actitud alegre y agradable, puede hacerte reencontrar una Verdad renovada.

Puedes permitirte sentir a la Verdad con más energía.



Fiel a uno mismo

Amados, pueden ser fiel a sí mismos e inspirar a otros.

Mírenlo de esta manera: “No son fieles a sí mismos cuando se hacen sombra a sí mismos”.

Además, sin importar tu estado de ánimo, igual los demás pueden acompasarse y simplificarte la tarea de ese día en especial.

¿Qué pasaría si les dijera: “Hoy me siento demasiado cansado y desganado para inspirarlos”?

Por supuesto, Yo nunca estoy cansado, demasiado ocupado o algo parecido, en Mí estas factibilidades no son posibles.

Todos son responsables de sí mismos y los demás.

Ser fieles a sí mismos, significa reconocer que otros los están observando.

La realidad es que deben Ser fieles a sí mismos, a Mí y a las necesidades de los demás.

Cuando se trata de estados de ánimo, no tienen que decir nada, tampoco todo.

¿Por qué no pueden guardar silencio?

¿Por qué no pueden ser discretos?

Amados, el ejemplo que acabo de ofrecerles no es poca cosa.

La Verdad, posiblemente, incluya muchas dificultades.

Sin embargo, no tienen que describirlas, ya que, basta con que no digan nada.

De vez en cuando, es necesario que sean más responsables consigo mismos, relajándose y quedándose en sus casas.



Altura de las circunstancias


Un recepcionista es un líder, porque puede saludar a todos.

Cuando da la bienvenida a otros, no lo hace midiendo la conveniencia e inconveniencia.

En última instancia, al ser Uds. mis representantes, son mis recepcionistas en todo el mundo.

Así cómo les digo que deben decir “Sí”, también les digo que, en los momentos que lo requieran, digan “No”, porque no pueden ser la respuesta a las oraciones de todos.

Uds. no están a la entera disposición de todos los demás.

Esta es una fuerte tendencia en el mundo, sin embargo, deben decir “No”.

No es necesario que transformen al “No” en una respuesta automática, con el fin de poner límites valederos por encima del “Sí” acostumbrado.

Mi sugerencia es que presten más atención cuando digan “Sí”. 

Sepan cuándo deban decir “Sí”, cuando responder con un “No” y cuándo permanecer callados.

No decir nada, les posibilita dejar de argumentar historias sobre cómo se sienten en ciertos momentos.

También, incluye un método para influenciar a los demás, manteniéndose a la altura de las circunstancias.


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