Heavenletter # 4918 Publicada el 13 de mayo 2014
Dios dijo:
Hay
quienes sienten que cargan en sus vidas un collar de corazones rotos.
Les
parece que se han acumulado uno tras otro, cruel y desgarradoramente.
Queridos,
todos saben que la angustia es una conclusión sólo de Uds.
Claro,
todos oyeron hablar de la pena, leyeron poemas sobre ella y, por
supuesto, han experimentado el mentado corazón roto.
No
dudo, ni por un minuto, que tuvieron esta experiencia, sin embargo,
sequé sus lágrimas y puse mi mano sobre sus corazones.
Falsas percepciones
Cuando
tu corazón estaba herido, te parecía que iba a partirse en dos.
Expresaste
tu decepción con una pena en el corazón, pero no toda la angustia
es producto de la decepción.
¿La
decepción siempre es la causa de los corazones rotos?
Respecto
de tu decepción ¿no te sientes maltratado?
Cualquiera
que sea el origen de la angustia, siempre crees que algo, alguien,
incluso, Dios fueron los causantes y esto te parece arbitrario.
Siempre
concluyes que fue una injusticia, aun cuando bien pudiste haberlo
evitado.
Amados,
esto pasa porque han perdido la apuesta.
Apostaron
porque estaban seguros del resultado, con el total convencimiento que
la vida se quedaría congelada y estática en el mismo lugar, sólo porque lo
querían así.
¿Están
decepcionados porque creyeron que lideraban el juego y tendrían la
última palabra?
Uds.
son los que califican o no a los eventos, como injustos, indignantes,
crueles, degradantes y así sucesivamente.
Les
resulta imposible creer que se hayan producido, entonces deciden con
fatalidad, que han sido dejados en la estocada.
El corazón no se rompe
Queridos,
el corazón no se rompe salvo, podríamos decir, en el momento que
llaman muerte, pero ni aún así lo hace.
Ahora,
si sus corazones continúan latiendo, significa que nunca se partieron en dos o en nada que se le parezca.
Sin
embargo y por supuesto, puede tratarse de una pausa hecha por sus
corazones para procesar toda la información que le enviaron.
Sus
interpretaciones de la tragedia y el dolor son tan grandes, que
llegan a la conclusión, metafóricamente hablando, que sus corazones
están rotos.
Aceptan
la realidad de estas alegorías como hechos verdaderos, ya que en
estas analogías siempre encuentran elementos que los certifican.
Amados,
son Uds. quienes rompen sus propios corazones en dos.
Nadie
más lo hace, nadie más puede hacerlo, ya que Uds. son los únicos
que deciden el estado de sus corazones.
Si
Uds. le cuentan una historia a sus corazones, éstos siempre mantendrán
fieles a Uds.
¿Entienden?
Sus corazones repiten lo que Uds. les dicen.
Generador de imágenes
Sus
ojos se hinchan, después de haber manado un océano de lágrimas.
Cada
lágrima transmite, porque la lleva consigo, la imagen del corte
en dos de sus corazones.
Son
Uds. los que sostienen la imagen, por lo tanto, son quienes las generan.
Uds.
definen el estado de sus corazones y estos les obedecen sintiendo
dolor.
Entonces sus
pensamientos pellizcan el corazón, es como si les dijeran:
“Murió
el ser a quien amaba, inclínate corazón y muestra respeto, honra mi
pérdida, porque aquél a quien amaba, quería a alguien más y
decidió irse, entonces reclínate un poco más ante mi sufrimiento”.
Cualquiera
sea caso, cuando la vida no resulta como Uds. creen que debe ser,
indican a sus corazones con un:
“Tú
y yo hemos sido traicionados, estamos abatidos y tenemos que jugar
bien el papel de oprimidos”.
Jurisdicción sobre el corazón
Tú
eres el único que puede indicarle a tu corazón cómo sobreponerse,
sin necesidad de sentirte apesadumbrado y angustiado.
Sólo
tú eres quien le dice a tu corazón que se sienta pisoteado.
Si
no insistieras con la angustia, tu corazón sólo sabría de euforia.
Tu
corazón está conectado con el Mío, entonces su estado es de
alegría permanente.
¿Por qué piensas que está roto y triste?
Amados,
sólo Uds. les dan instrucciones a sus corazones para que sientan
pena.
En cierta medida es como si perdieran jurisdicción sobre sus corazones, cuando les insisten que sientan todo lo contrario
a la felicidad.
Aliento de vida
Podríamos
decir que, posiblemente, Uds. mismos abusan de sus corazones y los pisotean.
Tal vez, no amen tanto a sus corazones como creen, porque en realidad les desagradan.
Amados,
tengan corazón cuando se trate de sus propios corazones y envíenles
mensajes de aliento.
Sólo
Uds. toman la decisión sobre como experimentar la vida y en qué
lugar se ubicaran, se trate de angustia o bendiciones.
Cualquiera
sea el caso, igual levántense, muévanse, dejen de fruncir los
labios en señal de protesta, para que pierdan esa expresión de
perro apaleado.
Caminen
con vigor cada paso que den en la vida, dejen atrás el pasado y
miren hacia las estrellas, para que vean el guiño que les están
haciendo a todos Uds.
No hay comentarios:
Publicar un comentario