sábado, 1 de marzo de 2014

La Presencia y el Poder

Heavenletter # 4839 Publicada el: 23 de febrero 2014



Si pudieras sentarse hoy Conmigo y dispusieras de, aproximadamente, veinticinco palabras ¿Qué me dirías?

Dios dijo:



Si pudieras sentarte hoy Conmigo y dispusieras de, aproximadamente, veinticinco palabras, ¿qué me dirías?


Voy a decirte algo:

 ¿Te sería posible preparar veinticinco palabras?

 


y cuando te llegue el momento de hablar,


¿Podrías articular palabras?







Espontaneidad



Yo vivo, por así decirlo, en el momento y no estoy relegado a las palabras que salen o pueden salir de tu boca.

Quizás requieras de una preparación previa y después, sin embargo, cuando estés Conmigo, cambiar el discurso y dar espacio a la espontaneidad.

Por supuesto, es posible que te sientes delante de sin palabras, porque el que se sienta Conmigo:


  • Puede Ser todo lo que quiera.


  • Posiblemente sólo quieras saborear el silencio Conmigo sin recurrir a las palabras.


  • Podrías descubrirte ahondando profundamente en Mi corazón, porque es posible bucear y nadar en mi corazón en perfecta armonía.


  • Podrías simplemente sentarte y mirarme a Mí con Tu corazón.



Amados, en la Unidad no hay ninguna necesidad de palabras.






Compromiso sencillo



Esto hace a la sencillez de nuestro compromiso y ninguna de las cosas que te importan importaría más.

Si fuera posible que desees sentarte junto Conmigo:


  •  ¿Qué me pedirías y dirías?


  • ¿Qué palabras usarías?


  • ¿Qué preguntas harías?


  • ¿Qué comentarios efectuarías?


  • ¿Sentirías algo o piensas que no ocurriría nada?


  • ¿Habrías entrado en la Eternidad y el Infinito?


  •  ¿Encontrarías palabras que podrían compararlos?



Ni siquiera podrías pensar en realizar un viaje conmigo, porque el silencio sería suficiente para hacernos compartir.


¿Sería suficiente?






Unidad



Tú estarías tan inmerso en la Unidad que no habría nada más.

Nada existiría, sólo existiría la Existencia.

Quedarías cautivado aún sin tener consciencia de ello.

Recobrarías la cordura al mismo momento que perderías tu mente, por el sólo hecho de saber sobre tu capacidad para amar.


Amados, no amarían con la mente, ya que sería el corazón quien reinaría:


  • El amor dejaría de ser una cosa personal.


  • El amor sería silencio e inmensidad.


  • Sería Unidad y todas las otras cosas del amor podrían ser llamadas.


  • No tendrías ningún nombre para el Amor.


  • Quedaría por fuera de las etiquetas que utilizan para renombrarlo.


  • Tú mismo no tendrías nombres, ni siquiera podrías pronunciar el nombre de Dios.


  • Serías Uno Conmigo, por lo tanto, seríamos Uno.


  • No habría alteraciones, ni ningún ruido.


  • Habría la plenitud incomparable de la Unidad, en este vacío sin descripción.


  • No tendrías necesidad de conversación o nada parecido en absoluto.


Todo sería la inmutabilidad de la Nada. 





Sin palabas



¿Quién de Uds. podría abrir la boca?


No habría palabras para ponderar este Todo de la Nada, la Unidad, el silencio, la inmensidad y el Amor.

El Amor Supremo, en vez aquí, estaría justo allí, tan completo que no habría nada, ni siquiera una razón o algo en absoluto por decir.

Serías tan poderoso que no podrías abrir la boca.

Las palabras no saldrían incluso si pudieras articularlas.

No habría ningún pensamiento para pensar.

Por primera vez en tu vida, te harías menos preguntas.

Nadie querría retirarse de esta maravillosa Nada, ni expresar palabras.

Hablar equivaldría a cavar un túnel y ¿por qué querrías hacerlo?



Con tan gran Presencia y Poder, serías incapaz de salir, ni siquiera por un momento, por otra parte, nunca te surgiría la idea de irte:



No tendrías que decírselo a nadie.
No tendrías que gritarlo, ni susurrarlo.
Tampoco temerías, porque el temor no existiría.
Tú serías amado, sabrías sólo Ser.
Tu Ser prosperaría en la Existencia
Dentro de la que no hay ningún discurso.


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