Heavenletter # 4858 Publicada el: 14 de marzo 2014
Dios dijo:
Para que dejes de lado tu
apego a los altibajos del mundo físico, necesitas dejar de ceñirte y aferrarte
tanto a sus circunstancias.
No necesitas renunciar
al mundo relativo, porque mientras tengas un cuerpo, aquí estarás.
Al mismo tiempo, puedes
ver más allá de tu nariz, ya que el mundo relativo es importante, pero no es lo
más relevante.
Tu vida en el mundo, no
tiene porque ocupar el cien por ciento de tu consciencia.
Amados, el desarrollo del mundo relativo lo hace atado al crecimiento de Uds.
El mundo relativo está en constante evolución, está ganando en paz, amor y tú también.
Mundo relativo
El mundo relativo
siempre está cambiando, no tiene una base estable.
Debido a su propia
naturaleza, no es en absoluto una base, no lo puede ser.
Resulta mejor que pongas
tu dinero en el banco, te estoy hablando del mundo invisible de los Cielos que aún
puedes experimentarlo.
Por supuesto que esto es
posible, no importa donde te encuentres o creas que estás, siempre eres.
De hecho, no tienes que
poner tanta atención a tu vida, a tu mundo o en el mundo que te preocupa.
Al Mundo del Espíritu no le preocupan, en ti radica tu verdad.
Sin embargo, hay verdad
y hay ficción, y la verdad es la verdad y la ficción es ficción.
La vida en la Tierra es dramática, allí todo es posible, todas las contradicciones, cada alegría, cada dolor y todo ello en un teatro moderno.
¿Cómo expresarlo?
En el mundo de la Verdad
reina el silencio y, sin embargo, el silencio está impregnado de gran riqueza.
Aquí, en el silencio del
corazón, se encuentra la verdadera historia y es el único lugar desde el que
puede emerger la ficción.
Hay una Fuente y desde aquí
proviene todo el escenario que se muestra.
Todo el escenario viene
de lo Eterno e Infinito, sin embargo, lo Infinito y Eterno no cuentan historias.
Considera al Plano
Terrenal como el humo de un incendio, ya que sin el fuego no se vería y no habría un
humo que se eleve.
Pese que la vida en el
mundo tiene un origen, una historia, todo el romanticismo se encuentra en el
Silencio Interior y en la Inmensidad que viene de la mano de Dios, sólo ahí se halla
la base sólida de la vida en la Tierra.
Aunque la base no puede ser tocada por el mundo físico, puede ser implementada.
Dominio poderoso
Tu existencia procede
desde este poderoso, constante y vasto campo silencioso de amor.
También vives en este
espacio permanente, podría decirse que tienes doble nacionalidad.
Tu país de origen es el
Cielo, con derecho a un segundo pasaporte a la Tierra.
Sin embargo, tu
pasaporte a la Tierra es temporal, realmente no dura, incluye una visa
temporal, del que desconoces el periodo de validez.
En cambio con el Cielo, dispones de total seguridad que será para siempre, que nunca serás deportado.
Vida en la Tierra
Déjenme decirles que la
vida en la Tierra es una estancia temporal, de sólo un minuto.
Los momentos en el Cielo
son sin tiempo, porque no existe el tiempo aquí.
El cielo es eterno, atemporal
y también sin espacio.
En el Cielo no necesitas
un cuerpo, existe la Esencia del Alma, las almas se leen, por así decirlo.
Tú reconoces las voces
de las almas, de la Unidad que hablan sólo del amor.
El amor no es,
exactamente, otra palabra que se menciona, porque ¿qué otra cosa hay que se
destaque más el amor?
Aquí ya están la Paz, el
Amor, la Luz y la Fuente de Todo.
Tierra totalidad del Cielo
Yo no te he enviado a la
Tierra sin la totalidad de los Cielos.
Tú estás en la Tierra, pero nunca has abandonado el Cielo.
El cielo es tú núcleo, esta
es la esencia inmutable de tu corazón.
Ahora, mantendré una
conversación conmigo mismo, de la forma que Uds. lo harían:
Me preguntas: ¿Dónde está el cielo?
Yo respondo: está dentro de ti, de todos Uds.
Me preguntas: ¿Puede un ser humano conocer el Cielo mientras esté en la Tierra?
Yo respondo: Sí, si porque, Yo Dios, estoy en todas partes.
Yo Dios, Soy cognoscible e inteligible, puedes reconocerme y reconocerte muy simplemente.
En este momento te pellizco las mejillas, para que mires hacia arriba y veas que te estoy sonriendo.
Hágase mi voluntad.
¿Cuál es mi voluntad?
Mi voluntad es amor.
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