martes, 11 de febrero de 2014

¡Un viaje maravilloso!

Heavenletter # 4821 Publicada el 05 de febrero 2014


Uds. son mis hijos y no sólo están en mis dominios, sino también en Mi Amor. No están solos ni librados a sus propios dispositivos.


Dios dijo:


Mis Amados, con todo mi corazón quiero que sepan que los bendigo y me encantan como son.

A menudo, los llamo mis hijos, mis hijos del amor.

Uds. son mis hijos, no sólo están en mis dominios, sino también en Mi amor y aquí es donde el libre albedrío entra en juego.

No están solos, ni librados a sus propios dispositivos.

Los ángeles guardianes, hermosos rayos de Mi energía, cuidan de Uds., a pesar de la terquedad que los hace pensar que están solos en este viaje, además de dudar y desconocer del sentido de su misión.




Mundo material



Sin duda, puede parecerles que este viaje es más para que ganen y busquen fortuna en la Tierra, que construir con éxito en su interior, el camino de regreso a Mí.

Vivir en la materialidad del mundo, les perfora sus corazones, haciéndolos sentir vacíos.

A veces, todo el oro del mundo no es suficiente, incluso ni la acumulación de conocimientos les basta para llenar ese agujero.

Escucha con atención:

  • No te apartes, ni te niegues a las bendiciones del mundo en general;
  • Pero considera que hacen a tu única razón de Ser;
  • Tú eres más que la materialidad, porque tienes un alma.





Escalando la vida



Míralo de esta forma:

  • Cuando estás escalando la colina donde te encuentras, anhelas llegar a la cima.
  • A medida que subes, vas comiendo las bayas que encuentras en tu camino.
  • Si la colina por la que asciendes dispone de una barandilla donde apoyarte, no la rechaces, porque te aliviará en el trayecto hacia el objetivo final.
  • Tú no eres tan alto y poderoso como para no querer emplear la barandilla o comer las bayas del camino.
  • De hecho, tú debes ser humilde.
  • Si a lo largo de la colina que subes hay señales de tráfico, léelas.
  • Si alguien se acerca para ayudarte, acepta y agarra la mano que te tiende.


Amado, puede que nadie te tienda u ofrezca la mano, sin embargo tú debes extendérsela a los demás.

Podrías encontrarte con llamadas similares a las de las sirenas de la mitología griega, que retrasaban a los aventureros durante el viaje.

Sin embargo, debes mantener el ritmo de la escalada, con la vista fija en el objetivo, sin nada que te disuada.




Aventurarse al camino



Tú eres un gran aventurero en el camino que tomas en la vida.

A veces puedes sentir que no está recibiendo nada de ninguna parte.

Las nubes pueden rodearte, si aún no eres capaz de ver a lo alto y a lo lejos, no podrás ver cuánto has subido en la colina.

En ese caso, es posible que permanezcas ciego durante el viaje, pero puedes ver que algo está estorbando tu vista.

No es que te falle la visión, pero es posible transformar al buscador en vidente.

En los dramas, cuando a los ciegos les falla la visión, no tienen otra opción que desarrollar la sabiduría desde el interior.




Sabiduría interior



Te he dicho que todo lo sabes y tú conoces eso.

Quienes tienen mayor visión y sabiduría es porque se han desprendido de las nubes que les bloqueaban la conciencia y, simplemente, empezaron a ver a través de la nubosidad.

La mente interpreta lo que el ojo no ve.

Podemos decir que toda visión es una retrospectiva, porque nunca existió un momento donde no supieras todo desde el principio.

Equivale a que tengas una enorme biblioteca repleta de libros y nunca hayas abierto la puerta.

Por último, la puerta a esta gran biblioteca colmada de libros, siempre está abierta para ti.


Si entras y permaneces en ella, accederás al glorioso sol de la omnisciencia.

Significa que habrás llegado a la cima de la colina.

De hecho, estuviste subiendo dentro de ella todo el tiempo.

Estabas ejercitándote en la cinta rodante de la Vida.

Tus piernas se movieron hasta que pudiste por fin ver la salida del sol y darte cuenta que siempre habías estado en la cima de la colina.


La subida fue ilusión!

No tenías que subir, pero
hubo un gran mérito en tu escalada.
Cuando reconozcas que siempre estuviste en la cumbre,
podrás mirar hacia abajo y arriba y decir:


"¡Qué maravilloso viaje he tenido!"

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