viernes, 31 de enero de 2014

Anclando la Luz

La Ascensión de la Tierra necesita de una mayor Anclaje de la Luz.


Ayer publicamos un Mensaje de Luz sobre la Ascensión de la Tierra y el envío de Energías Divinas hacia la Matriz del Planeta, para despertar a los que aún continúan dormidos, para Anclar más la Luz.

Cuesta creer que algo así esté ocurriendo, ¿no es cierto?


Muchos piensan que se trata de un movimiento gestado por un grupo de locos idealistas que sueñan con la Unidad del Ser a nivel global, algo totalmente imposible, por cómo nos hemos deteriorado en nuestra humanidad.

La pobreza, en constante crecimiento a nivel mundial, la caída de los “principios morales”, las guerras, violaciones de los derechos humanos, atentados con suicidas, hedonismo, exhibicionismo, destrucción de la familia como núcleo central de la sociedad, etc, etc, es moneda corriente en la actualidad.

En este momento, estamos presenciando, a veces impávidos, el deterioro de los organismos gubernamentales por casos de corrupción, que abarcan desde tráfico de drogas, lavado de dinero, tráfico de órganos, pornografía infantil y trata de blancas.

Ni hablar de las grandes corporaciones, en manos de unas pocas familias de nombre, desde hace mucho tiempo y que manejan la alimentación, entretenimiento, información, banca internacional, laboratorios farmacéuticos, fuentes de trabajo, armamentismo, guerras y, globalmente, son nuestros proveedores en todo.

Si se continúa con las instituciones religiosas, nos encontraremos con pedofilia, formación de suicidas que destruyen cientos de vidas, adaptaciones camaleónicas a las nuevas circunstancias sociales mundiales y así sucesivamente.




Elevación de la conciencia



Lo que a nivel mundial se denomina la “Ascensión de la Tierra” o “El Despertar”, alberga una intención que incita a elevar la conciencia, con el fin de Ser Verdaderamente.

Ser Uno y vivir la existencia en permanente Unicidad con el Ser Individual, Colectivo, Planetario y Universal.

Esencialmente, descubrir el poder del Ser Interior, sin excluir a las creencias espirituales, sino mediante la utilización de medidas de resurgimiento de la abundancia, que todos y cada uno tenemos en el Corazón o Conciencia Divina.

No el músculo que regula el ritmo vital diario, sino accediendo a ese lugar único donde vive la Esencia Divina del Ser.

A través de los siglos, las enseñanzas sociales y religiosas, manipularon nuestra percepción de la vida, con ideas de miserabilidad, culpa, esclavitud, sometimiento, pobreza, con la vista fuera de nosotros mismos, conforme a la aprobación de pautas sociales y religiosas.

Este adormecimiento de la mente y los sentidos, está complementada con la idea de un Dios del temor.

En cierta forma, una presencia divina inexistente, que trasformó a la plegaria en ruego y castigo, porque Dios factura constantemente y sólo se dirige a cada uno de nosotros, para condenarnos por nuestros actos.

Cuantas veces se nos dijo que si no hacíamos esto o aquello, no seríamos merecedores de los dones divinos.




Libre albedrío



El trasfondo de esas enseñanzas, siempre encubrió una intención que nos impidiera descubrir el verdadero sentido del “libre albedrío”.

Su utilización, para ser verdaderamente libres de densas ataduras,  nos hacen equilibrar la ambivalencia de los extremos, atestados de culpa, represión e insuficiencia.

Con este afán sembraron temor en nuestras mentes, para que todo lo que hagamos quede sometido a la aprobación social, la condena divina y gire en torno a pautas prefabricadas para la manipulación global.


El movimiento espiritual que está surgiendo, sólo pretende el restablecimiento de la comunicación interna con el Ser Divino Individual, para liberar a la conciencia, mente y cuerpo de siglos de encadenamiento global a creencias que anulan la libre expresión del Yo Soy.


Esto es para que disfrutemos del contacto personal con otros seres humanos y criaturas del planeta, sin prejuicios, sentencias, desconfianza, sino desde el compartir una experiencia única individual, con compasión, alegría, bondad, serenidad y amor infinito.

Tenemos que cambiar la imagen del Dios que nos creó.

No es nuestro Jefe, ni un tirano desconsiderado con un arma que nos apunta siempre para dañarnos donde más nos duele.

Cuando hacemos un raconto de nuestras vidas y si estamos en una mala racha, siempre le atribuimos a Él la causa de lo que nos pasa, en vez de buscar en nuestra libre elección los motivos de la negatividad que estamos viviendo.

No tenemos la costumbre de agradecer, inclusive hasta lo más insignificante.

Esto también es algo inculcado por el temor, para mantenernos sumisos y condescendientes con las dádivas de otros seres humanos en roles divinos.

Debemos aprender que si queremos un contacto directo con Dios, tenemos que buscarlo dentro de nosotros, porque nos otorgó la suficiente libertad para Ser, elegir y tomar nuestras propias decisiones, sin intermediarios que se beneficien con nuestras limosnas, para escuchar nuestros pecados.

La limpieza de tantas capas de necedades con que nos llenaron la cabeza, comienza por el Perdón a Uno Mismo, porque sólo nosotros conocemos la intención y el alcance de nuestras acciones.

Entonces aprendamos a ser honestos con nosotros mismos y empecemos a limpiar las capas de ignorancia embutidas y comprimidas en nuestros códigos de creencias que nos mantienen anclados en una falsa realidad.




Subiendo la cuesta


El camino de exploración del Ser nos es fácil, hay muchos tramos dolorosos y, por costumbre, nos seguiremos quejando por la lentitud de los hechos, la falta de señales tangibles, la pelea interminable por la falta de recursos para completar el mes, pero, a medida que limpiemos, capa tras capa, aprenderemos que no estamos solos.

Cultivaremos el saber que los accesos de calor no se deben a estados febriles, síntomas menopáusicos o condiciones climáticas, sino a la presencia de la Energía Divina de nuestro Ser, que aflora para:

  • Tranquilizarnos cuando nos enojamos y no sigamos alimentando el Ego;
  • Crear una red de protección alrededor nuestro, que sirva de escudo y haga rebotar a la negatividad exterior;
  • Avisarnos de un peligro, para que utilicemos la intuición, detectemos la procedencia y amortigüemos las consecuencias;
  • Curar nuestra mente, para erradicar los pensamientos negativos autodestructivos y condenatorios de terceros;
  • Sanar el cuerpo de los estragos que provoca la saturación de energía negativa;
  • Sellar las fisuras del Aura, que es perforada por influencias negativas externas y los pensamientos que gestamos.




Importancia de vivir desde el Ser



Desconocemos que cuando el Escudo Energético que nos rodea es taladrado por cuestiones internas y externas, nuestra mente se recarga, con repercusiones en el cuerpo que se enferma y el cambio de la luminosidad del espíritu, cuyos colores brillantes, pasan a tonos grises con distintas intensidades, según el grado de negatividad.  

Queridos hermanos y amigos de la Luz: el propósito consiste que se embarquen en este gran viaje para que podamos anclar el amor, la pureza, la alegría, la paz, la gracia, la bondad y que se reflejen en el cuerpo, corazón y mente.  

El tenor de los mensajes no es generar una discusión global de condenación hacia quienes manejan los hilos del mundo, sino dejar de ser marionetas, mediante una cruzada personal que llene, genuinamente, de esperanza el pecho y permita realizar, en el presente, los deseos individuales, con proyección a futuro.


Las nuevas generaciones merecen una vida mejor, sin miedos sofocantes, desgastantes, renuentes y esclavizantes en una realidad ajena al Ser.


Nuestros niños merecen nuestro esfuerzo como adultos, tendientes a la conclusión de pesares imaginarios, inventados para que desconozcamos a la verdadera Dimensión Divina que somos.

No piensen en esto como idealización, utopía o manipulación de “fantasmas estelares” que quieren debilitarnos para apoderarse de nosotros.

Si dudan de estas palabras y todos los mensajes que circulan, hagan una pequeña prueba: liberen la mente de prejuicios y experimenten a la propia Energía.


No se olviden que la prisión en que estamos, por las creencias inculcadas, nos impide crear el Cielo en la Tierra y que si Anclamos la Luz, como se nos está pidiendo, podremos liberarnos de tantos siglos de yugo mental y espiritual innecesario.

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