" Enemigo de la Paz - CAMINO A LA GRACIA DE DIOS

martes, 16 de junio de 2015

Enemigo de la Paz


Heavenletter # 5311 Publicada el 10 de junio 2015



Dios dijo:



Querido, la paz no sólo es posible, está a mano y no hay necesidad que ningún enemigo real o ficticio la robe de tu corazón.
Querido, la paz no sólo es posible, está a mano y no hay necesidad que ningún enemigo real o ficticio la robe de tu corazón.

Tampoco tiene por qué haber ningún enemigo en tu corazón, ya que no existe, excepto en tu imaginación.

Si un posible enemigo existe, es sólo la aflicción del corazón por ese otro.

Los enemigos son una ilusión predicada y construida en globos de aire caliente.

Alguien que se ve como un enemigo puede haber sido un buen amigo, familiar o conocido que cayó en la brecha de una mala percepción.

Algunos malentendidos provocan una lluvia radiactiva, por lo cual un amigo que queda herido en sus sentimientos, acarrea el bloqueo del corazón.

Quienes se sienten lesionados, justifican su dolor construyendo un arsenal de delitos, para encontrar justificaciones que apoyen sus razones.

La otrora diversión amistosa desemboca en una corriente de malas vibraciones a raíz de la culpa y por la falta de comunicación, para transmitir, con honestidad, que evento malogró y manchó el vínculo.

La honestidad sin mácula es una virtud hermosa, mientras que la culpa se transforma en una enemiga de la amistad.

Cariño, con o sin culpa, ambas partes necesitan escucharse una a la otra, para dilucidar qué es lo que apagó la amistad.

La culpa es sinónimo de búsqueda inútil, al igual que la guerra, no proporcionan Paz al corazón, exacerban la animosidad en todos los involucrados.

La guerra es un juego coloquial entre personas o naciones, para medir fuerzas y comprobar quien superará a quien.

Aunque quedé un derrotado, el otro no ganó nada, salvo un falso orgullo sustentado en el ego, con una victoria fugaz por haber aplastado al contrincante.

¿Pregúntate, quién o qué intervino en todo momento en los extremos?

Con un chasquido de los dedos sabrás donde está el malentendido y el porqué del orgullo herido.

Tanto el orgullo herido, como el de la falsa victoria, ínfimos o grandes, tiene el mismo origen, el ego.

Amados Niños, el ego es enemigo de la Paz interior, siempre buscará con que medio atacarlos para fortalecerse a sí mismo.







Enemigo de la Paz



Querido, ¿cuántas veces a lo largo de tu existencia te sentiste herido, no obstante continuaste batallando con las mismas circunstancias en distintos escenarios?

Me estás diciendo que insististe en esto, porque no podías darte por vencido y ceder la victoria a otro, ya que tus razones eran valederas y más fuertes.

Sin embargo, el orgullo, en cualquiera de sus manifestaciones, te exige cuidado y fortalecimiento, siendo que es diminuto.

Con frecuencia, para que mal reacciones te susurra:

‘Mírame, estoy aquí, préstame atención, no retires tu visión de mí que yo soy importante y debes inclinarte ante mí.
Cuando estás herido yo te ayudo a enfrentarte a tus enemigos, permito que te transformes en ese alguien que evitará que le sigan haciendo daño.
Yo te ayudo enviándote imágenes de otros pasados para que recuerdes y asocies a los eventos similares, así puedas sostenerte y luchar hasta el final.
Oh, sí, yo soy el que posibilito que la ofensa no te aplaste, sino que seas tú quien avasalle a tus oponentes en el Camino’.

De esta forma un simple charco se convierte en un estanque, un río e incluso un mar, aunque un verdadero océano sea, se vea y disfrute mejor.

Un verdadero océano es poderoso, no recurre a riñas, en cambio la guerra es un asunto serio, equivale a pelearse por algo del pasado tirado en el presente.

La guerra es una ladrona de la Paz, donde las situaciones no son lo que parecen, sólo una cuestión de ego que te hacen mal ver, al ensombrecerte las percepciones básicas, una y otra vez.

El ego transforma tus convicciones en fuertes engranajes emocionales, para que batalles sin ser derrotado, disparando una incesante ira en lugar de apaciguarte.

Sin embargo, las oscilaciones entre la guerra, ira, seudo calma, demandas, intimidación, expectativas de sumisión para mantener el pulgar hacia abajo, bajan las vibraciones, quitan la Paz, aumentan la negatividad, te enferman el cuerpo y el Alma.

En estas reacciones no hay nada maravilloso, en cambio en la Paz sí, si te propones puedes tenerla, pero primero necesitas de comprensión.

La comprensión te facilitará la salida de la refriega y posibilita el ingreso a un escenario más grande.

La Paz te hará avanzar a pasos agigantados, más bien darás un salto por delante de la lucha.

La Paz es una acción diferente a la de la guerra, no le da margen a la agresión, ni la violencia, tiene más poder que los conflictos, implica Libertad y liberación.

Habilita al entendimiento a despejar el tablero de la incomprensión, desobstruye el campo mental, para dar espacio a la tolerancia y benevolencia.

La comprensión es una de las herramientas poderosas de tu arsenal interior, que aumenta los latidos de la Paz en cualquier malentendido de tu cotidianidad.

Antepone la Paz derivada del Amor interior, para que te sueltes de las falsas nociones, abras tu corazón y el de los demás.

Cuídate del orgullo que te consume, sostiene en posiciones inquebrantables y sirve de combustible a las cuestiones del pasado, para nutrir un falso sentido de guerra.

Amados Hijos, saquen la animosidad de sus corazones retirando su visión de los falsos enemigos del exterior. 

¡En sus Ahora declaren la Verdad de la Paz en sus corazones!.



No hay comentarios:

Publicar un comentario