" Corriente de la atemporalidad - CAMINO A LA GRACIA DE DIOS

viernes, 1 de mayo de 2015

Corriente de la atemporalidad

Heavenletter # 5265 Publicada el 25 de abril 2015




Dios dijo:



Querido, ¿sabes que vivir en el aquí y ahora es navegar en la corriente de la atemporalidad?
Querido, ¿sabes que vivir en el aquí y ahora es navegar en la corriente de la atemporalidad?

 ¿Qué significa vivir en el momento?

Significa que estés donde estés, no te precede ni te sigue ningún minuto, no te orientas ni al pasado, ni el futuro.

Significa que sólo piensas en el presente y dónde te encuentras.

Significa que saboreas las cosas de la vida tal como se presentan.

Significa que no estás meditando en el pasado, presente o futuro, porque siempre estás en el aquí y el ahora.

Cariño, en cierto sentido eres presente y esto es mucho más que estar en el ahora.

Podría decirte que no existe nada que no sea sólo presente.

Tú eres el Universo, por lo tanto no tienes que creer o pensar en ello.

También eres el Infinito, por lo cual tampoco tienes que reflexionar en sus términos, ya que estás en la corriente de la atemporalidad.

Esto es lo que significa este momento donde estás y no estás.

La atemporalidad no contiene entornos, estáticas e interferencias para tu Ser.

Tampoco necesitas proyectar, razonar e imaginar, tu Ser se expresa con naturalidad, sin ningún esfuerzo.

Tal vez haya intención, sin embargo no necesitas concentrarte, ya que te enfocas sin siquiera pensar en hacerlo.

Este es el verdadero significado de Ser donde estás, ya que no necesitas pensar para lograrlo.

Se podría decir que en este momento estás siendo.

Ser significa Felicidad, por lo tanto sal de la infelicidad que te producen los interrogantes sobre cuanto vivirás y donde estás.

Recuerda que aunque te encuentres en un cuerpo en la Tierra, estás simultáneamente en el Infinito.

La infelicidad proviene del miedo que te generan las preocupaciones por el pasado y lo que podría ir mal en el futuro.

En la actualidad, no hay bien o mal u otro concepto de la dualidad, simplemente no hay ningún estado, salvo Ser.

Queridos Hijos, están siendo un Sol que brilla sin ningún esfuerzo con cada Rayo que emanan desde el centro de su Ser, por estar simplemente Conmigo en la corriente de la atemporalidad, .




Corriente de la atemporalidad



Querido, te encuentres donde te encuentres, estás experimentando los Rayos de la Conciencia del Sol.

Con exactitud no es que lo estés experimentando, ya que tú eres Conciencia.

Tú eres Sol, siempre lo has sido, sin embargo, te has distraído de tu Condición Superior.

Esta es la razón por la que no recuerdas quién eres, por los sonidos y las visiones distorsionadas que te llevan de aquí para allá, de la misma manera que el viento lo hace con una cometa.

Sin embargo, podrías bucear con tu visión interior para considerarte a ti mismo y a Mí como un Sol que brilla en el firmamento del Universo.

Sabrías que nunca abandonaste el Sol aunque estés en la superficie de la Tierra y trotes por aquí y allá con tu mente.

Tu mente es un viajero que se mira en todas las ventanas del Sol Interior y se cree que, en realidad, se encuentra fuera de esta Luz.

Aun así no abandonas la Luz de Dios, ya que eres un Sol que brilla como Uno junto a Mí.

Aunque la ilusión te haga mirar en un cristal sin Conciencia, tú eres la gema a través de la cual percibes un pálido reflejo de ti mismo y tu Luz.

Por más que no reconozcas en lo percibes que eres todo el Universo y más allá, te estás viendo a ti mismo.

Podríamos decir que este momento que se encuentra frente a ti es como un Mantra.

Escuchas el poder de sus sonidos, pero luego te olvidas de su significado.

Lo mismo te ocurre cuando te desplazas a los niveles superiores, donde te olvidas de este momento  hasta que regresas nuevamente a él.

Te invito a traer tu mente al Sol, para que regreses a la Conciencia de la verdadera naturaleza de la vida, donde moras Infinitamente Conmigo.

Amados Hijos, en este aquí y ahora, están surcando la corriente de la atemporalidad donde su Ser quiere estar por habitar en la Eternidad de Dios.


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